Cuando el primer rayo de sol nace por la mañana y acaricia el alféizar de la ventana comienza en nuevo día.
Frases como la anterior denotan una visión del Mundo mucho muy romántica, más propia de la primavera y del verano, pero ¿por qué percibimos mejor la vida en esta época del año?, por la serotonina, la hormona que actúa como neuro transmisor y que regula el estrés, el sueño, el apetito o la sexualidad.
La serotonina, también conocida como la “hormona del placer” se produce por varios motivos, pero uno de ellos es la luz solar, y es justo en esta época cuando los días empiezan a hacerse más largos y luminosos.
Otras formas de generar más serotonina es consumiendo triptófano, un aminoácido que provoca la liberación del neurotransmisor. Alimentos ricos en triptófano son el pollo o el chocolate, aunque por norma general los niveles de serotonina dependen de los niveles de azúcar del organismo.
Esta es la razón por la que comunmente al chocolate se le considere un alimento antidepresivo o incluso afrodisiaco, por su aporte en triptófano que hace liberar serotonina, la “hormona del placer”.
La serotonina además regula el apetito gracias a la sacidad, por eso en verano no apetece comer tanto, ytambién regula la actividad sexual, eso también justificaría el aumento de apetencia sexual en verano, en contra de la creencia popular que le otorga la razón al calor.
En definitiva, el aumento de la serotonina en los circuitos nerviosos generan sensaciones de bienestar, relajación y por supuesto un aumento de la autoestima.
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